Los problemas de salud relacionados con el comportamiento son muy frecuentes en la consulta de pediatría de atención primaria, de hecho, cerca del 18% de los niños de dos a ochos años, tienen al menos un trastorno mental, del comportamiento o del desarrollo y un 20% adicional, presenta “deterioro o problemas clínicamente significativos”, que no cumplen con los criterios para el diagnóstico de este tipo de trastornos.
Un artículo publicado en la última edición de las Clínicas Pediátricas de Norte América presenta una revisión acerca del tema en la que se plantea la necesidad de implementar un modelo integrado de salud conductual en atención primaria y se discuten los problemas, los recursos y las perspectivas de atención en salud mental infantil hacia los próximos años.
De acuerdo con los autores, la estimación precisa de la prevalencia de alteraciones del comportamiento y la salud mental de los niños, se ve obstaculizada por los cambios frecuentes en los criterios de diagnóstico y en las herramientas y prácticas de detección, así como por las percepciones sociales y culturales que dan contexto a este tipo de condiciones.
Según los expertos, la intervención desde el nivel primario de atención favorece el acceso de los niños y sus familias a programas y servicios de salud mental disminuyendo el estigma social que representa el diagnóstico de este tipo de trastornos y reservándose la intervención de los especialistas para contextos de mayor complejidad diagnóstica y terapéutica.
Referencia
Cates K, Soares N. Need for Integrated Behavior Health Model in Primary Care. Pediatr Clin N Am.2021; 68: 533 - 540
Resumen disponible en
https://www.pediatric.theclinics.com/article/S0031-3955(21)00036-5/fulltext