La modernidad determina que las tareas visuales sean cada vez más exigentes, por cuestiones como la lectura de libros o el uso de dispositivos electrónicos para la recreación y/o la productividad académica o laboral.
Estudios previos basados en la aplicación de cuestionarios, sugieren que la dificultad con la lectura es uno de los síntomas más comunes del ojo seco y uno de los eventos que más afecta la calidad de vida de estos pacientes.
Un artículo publicado en la última edición de la revista Ophthalmology presenta los resultados de un estudio observacional, prospectivo, llevado a cabo con el objetivo de demostrar los efectos de la lectura prolongada en la película lagrimal y los parámetros de la superficie ocular.
Fueron incluidos 177 pacientes con ojo seco y 34 controles normales de 50 años o más, siendo evaluados los síntomas mediante el índice de enfermedad de la superficie ocular (OSDI) y practicadas las siguientes pruebas, antes y después de una prueba de lectura de 30 minutos: tiempo de rotura lacrimal no invasiva automatizada (TBUT), asimetría de la superficie e índices de regularidad, prueba de Schirmer sin anestesia, tinción de la córnea con fluoresceína y tinción conjuntival con lisamina verde.
De acuerdo con los autores, “la evaluación de los parámetros de la película lagrimal y de la superficie ocular en reposo puede hacer pasar por alto los hallazgos clínicos provocados por las tareas cotidianas comunes, como la lectura, lo que lleva a la discordancia entre los síntomas informados por el paciente y los signos observados por el médico”.
Referencia
Karakus S, Agrawal D, Hindman HB, Henrich C, Ramulu PY, Akpek EK. Effects of Prolonged Reading on Dry Eye. Ophthalmology. 2018; 125: 1500 - 1505.
Resumen disponible en
https://www.aaojournal.org/article/S0161-6420(17)33714-4/fulltext